La silla DRM tiene sólo un número limitado de usos antes de autodestruirse. El número de usos se establece en 8, para que todos pudieran sentarse y disfrutar de un momento único de la silla. Un pequeño sensor detecta cuando alguien se sienta y se decrementa un contador. Cada vez que alguien se sienta, la silla da una serie de golpes para indicar qué usos quedan. Al llegar a cero, el sistema de autodestrucción se activa y las articulaciones estructurales de la silla se derriten.
Más información: thedeconstruction.org/team/les-sugus/